La pandemia de COVID-19 ha movilizado a la comunidad científica mundial, especialmente en las ciencias de la vida. En los primeros tres meses, la cantidad de artículos científicos sobre COVID-19 fue cinco veces mayor que la cantidad de artículos sobre la influenza porcina H1N1.
Del mismo modo, se disparó el número de ensayos clínicos relacionados con la profilaxis y los tratamientos de la COVID-19
Gracias a la rápida movilización de la comunidad científica mundial, las vacunas contra el COVID-19 se han desarrollado en un tiempo récord. A pesar de este éxito innegable, existe una creciente preocupación por las consecuencias negativas de la COVID-19 en la investigación de ensayos clínicos, y muchos proyectos se posponen.
Según Evaluate Pharma, los ensayos clínicos fueron una de las primeras víctimas de la pandemia, con un número récord de 160 estudios suspendidos por motivos relacionados con la COVID-19 en abril de 2020, lo que reportó un total de 1200 ensayos suspendidos hasta julio de 2020.
Como consecuencia, los investigadores clínicos se han visto perjudicados por la reducción del acceso a las infraestructuras de investigación sanitaria.
En un terreno diferente, Shan y sus colegas encontraron que los artículos no relacionados con COVID-19 disminuyeron a medida que aumentaban los artículos relacionados con COVID-19 en las principales revistas de investigación clínica. Fraser y su compañero de trabajo descubrieron que los preprints de COVID-19 recibieron más atención y citas que los preprints que no son de COVID-19. Más recientemente, Hook y Porter han encontrado algunas pruebas preliminares de ‘covidización’ de la investigación académica, con subvenciones y resultados de investigación desviados a la investigación de COVID-19 en 2020.
En este contexto, este año, se publicó un artículo que tuvo por objetivo investigar si la pandemia de COVID-19 ha inducido un cambio en las publicaciones biomédicas hacia la producción científica relacionada con COVID-19. Los autores corroboraron los hallazgos previos sobre el aumento de publicaciones relacionadas con COVID-19, desplazando parcialmente la investigación en campos de investigación no relacionados con COVID-19, particularmente la investigación relacionada con ensayos clínicos.
La caída en la investigación de ensayos podría tener graves consecuencias para los pacientes afectados por enfermedades potencialmente mortales, ya que retrasará el acceso a nuevos y mejores tratamientos. También confirmaron el impacto de COVID-19 en la producción de publicaciones de acceso abierto. Además de esto, los autores mostraron evidencia sólida sobre el efecto ponderado del impacto de COVID-19 y la investigación financiada por subvenciones, destacando el fuerte efecto de desplazamiento de COVID-19 en la asignación de recursos financieros. Los autores también concluyeron que los patrones de uso de los términos MeSH (del inglés Medical Subject Headings) han cambiado; ocupando un papel mucho más prominente en 2020 que en los años anteriores.
La comunidad científica se pregunta, hasta qué punto deberían los científicos cambiar sus esfuerzos hacia la prevención, el tratamiento o la mitigación del SARS-CoV-2.
- Los hallazgos muestran que el COVID-19 impactó dramáticamente la investigación clínica.
- La reactivación de las actividades de ensayos clínicos que han sido pospuestas o suspendidas por causas relacionadas con el COVID-19 es una prioridad que debe ser considerada.
- Además, es necesario reorientar los incentivos hacia la investigación básica y áreas de investigación biomédica descuidadas o temporalmente abandonadas.
Referencia del estudio: Riccaboni M, Verginer L (2022) The impact of the COVID-19 pandemic on scientific research in the life sciences. PLoS ONE 17(2): e0263001. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0263001
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