El brote mundial del coronavirus 2019 (COVID-19) ha planteado graves problemas para la salud humana, el medio ambiente, la energía y la economía en todo el mundo. Las estrictas medidas para controlar la propagación del COVID-19 provocaron una importante ralentización de las actividades económicas que, a su vez, afectaron al medio ambiente al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en concreto los niveles de CO2 atmosféricos.
Con la dependencia global de la energía de los combustibles fósiles, las condiciones ambientales, sociales y económicas en todo el mundo son inestables. La quema de combustibles fósiles para satisfacer la demanda de energía tiende a liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI), como CO2, CH4, NO2, etc., y provoca efectos atroces en el clima. Según las observaciones realizadas, la industrialización y el uso de vehículos basados en combustibles fósiles están causando un drástico aumento de las emisiones de GEI, de las cuales el transporte es responsable de la quinta parte de las emisiones totales de CO2, con una contribución del 75% del transporte por carretera. En particular, la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19) ha creado una influencia sin precedentes en el consumo mundial de energía y en las emisiones de gases de efecto invernadero debido al cierre impuesto por los gobiernos y a la paralización virtual de las principales actividades económicas.
Durante el periodo de cierre inicial, las restricciones a los transportes aéreos internacionales y a las industrializaciones redujeron sustancialmente las emisiones de CO2, según han demostrado varios estudios. Por lo general, tras analizar los datos de las emisiones de seis regiones económicas de 69 países, se observó una reducción total del 17% de las emisiones diarias de CO2 en abril de 2020, en contraste con el nivel medio de 2019. Además, se informó un descenso global del 7,8% en las emisiones de CO2 debidas al consumo de combustibles fósiles durante el primer cuarto de 2020 en comparación con el primer cuarto de 2019.
La pandemia de COVID-19 expone una visión clave para el cambio climático global. Por lo general, las paradas durante la pandemia, incluso durante un periodo de tiempo limitado, provocaron un descenso considerable de las emisiones de GEI en todo el mundo, lo que sugiere la importancia de reducir el consumo de combustibles fósiles y la disminución de las emisiones de las industrias.
La pandemia de ha tenido un impacto considerable en las emisiones GEI y las lecciones a corto plazo pueden ser significativamente útiles para formar políticas efectivas y sostenibles para cuestiones ambientales y energéticas.
Referencia del estudio: Abhinandan Kumar, Pardeep Singh, Pankaj Raizada, Chaudhery Mustansar Hussain, Impact of COVID-19 on greenhouse gases emissions: A critical review, Science of The Total Environment, Volume 806, Part 1, 2022, 150349, ISSN 0048-9697, https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2021.150349
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